Cada vez que voy a un restaurante chino pasa lo mismo. “¿Puede traer palillos por favor?”
A lo que el chino dirá “¿dos?”.
Si has ido a comer solo no pasa nada, pero como sean dos comensales ya se ha armado el lío. Ninguna respuesta del tipo “No, sólo uno, soy malabarista” o “cuatro, tengo mucho hambre” funciona, igualmente te traerá lo que le de la gana.
Cuando por fin traen los palillos, me embarga una sensación de zapatos nuevos absurda: es el efecto envoltorio. Se les ve tan bonitos, tan bien colocados en su funda de papel, tan nuevecitos… hasta que los sacas de ahí y compruebas que los símbolos verdes y rojos están medio borrados…
sí, ya sé, al menos los lavan…
Anonymous
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Quieres cafe mi amorrrrr?
bueno, vaig a posr un comentari pq fins ara tot lo que havies rebut ho has hagut de borrar…
No t’encanten tambe aquells palillos que estan juntets i els has de seprara tu mateix per poder-los fer servir?
A mi sempre m’entra un no-se-que d’haver-los de separar com si fossin siamesos. En certa manera es amb la seva separacio quan esdvenen utils…quin desti mes pobre els d’aquest palillos siamesos, sempre junts fins que un dia et separen, et fiquen a un lloc que crema i acto seguido et fiquen a una cavitat llefiscosa d’avon hi surts tot llepat i pudent.
Pobres pobres palillos siamesos…
Realment no hauriem d’haver evolucionat els humans. Ojala ens haguessim quedat en l’estadi dels monos o inclus posterior.
Esme
ariadna
Oh sí, els palillos siameses son fantastics. Però amb ells tinc un problema: no puc evitar veure unes cames, i intentar jugar a que caminen. No ho hauria de fer, perque al final els haig d’obrir per poder menjar, i em fa un mal…
En fin, qué triste la vida del palillo…
al
Yo creo que el chino que inventó los palillos siameses no los inventó, sino que los robó de un restaurante siamés (de Siam, actual Tailandia).
ariadna
listo, el chino