* estoy convencida de que este local esconde la entrada a Macondo, como mínimo.
«Fue Aureliano quién concibió la fórmula que había de defenderlos durante varios meses de las evasiones de la memoria. La descubrió por casualidad. Insomne experto, por haber sido uno de los primeros, había aprendido a la perfección el arte de la platería. Un día estaba buscando el pequeño yunque que utilizaba para laminar los metales y no recordó su nombre. Su padre se lo dijo: «tas». Aureliano escribió el nombre en un papel que pegó con goma en la base del yunquecito: tas. Así estuvo seguro de no olvidarlo en el futuro. No se le ocurrió que fuera aquella la primera manifestación del olvido, porque el objeto tenía un nombre difícil de recordar. Pero pocos días después descubrió que tenía dificultades para recordar casi todas las cosas del laboratorio. Entonces las marcó con el nombre respectivo, de modo que le bastaba con leer la inscripción para identificarlas. Cuando su padre le comunicó su alarma por haber olvidado hasta los hechos más impresionantes de su niñez, Aureliano le explicó su método, y José Arcadio Buendía lo puso en práctica en toda la casa y más tarde lo impuso a todo el pueblo. Con un hisopo entintado marcó cada cosa con su nombre: mesa, silla, reloj, puerta, pared, cama, cacerola. Fue al corral y marcó los animales y las plantas: vaca, chivo, puerco, gallina, yuca, malanga, guineo. Poco a poco, estudiando las infinitas posibilidades del olvido, se dio cuenta de que podía llegar un día en que se reconocieran las cosas por sus inscripciones, pero no se recordara su utilidad. Entonces fue más explícito. El letrero que colgó en la cerviz de la vaca era una muestra ejemplar de la forma en que los habitantes de Macondo estaban dispuestos a luchar contra el olvido: Esta es la vaca, hay que ordeñarla todas las mañanas para que produzca leche y a la leche hay que hervirla para mezclarla con el café y hacer café con leche. Así continuaron viviendo en una realidad escurridiza, momentáneamente capturada por las palabras, pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita».
(extracto de Cien Años de Soledad)
Lorena Ceballos
Tienes razón, esa foto parece retratar un poco del espiritu de ese pueblo perdido que se nos ha narrado tan detalladamente en 100 años de soledad. Buenísimo libro.
al
Años después, llegó un iluminado Elijah Wood y empezó a meter las cosas en bolsitas, para no olvidarlas. O algo así, que no me acuerdo muy bien.
claudia paredes
Yo escribiría la ruta para llegar hasta la cocina cuando me despierto. A ver si encuentro algo con los ojos semicerrados :)
MARISA
Pasaría por esa puerta de puertas, para buscar otra escenografía.
Buen fin de semana.Cariños.
reja
Llegué a tu blog buscando rejas que florecen y me atraparon tus palabras y tus imágenes. Muy lindo blog, definitivamente volveré.
ariadna
Lorena, ¿a que no te cansas de releerlo? :)
al, si yo hiciera eso tendría serios problemas para recordar dónde he puesto las bolsitas con cosas para no olvidar…
clau, es que las mañanas son terribles… ¿para cuándo un despertador cafetera?
Marisa, qué linda perspectiva, una puerta de puertas… ¿qué habrá al final de tanta entrada?
¡Bienvenida reja! uno de mis rincones favoritos de Barcelona tiene rejas que son así: a veces lloran y a veces florecen ;)
Lunático
puertas, umbral de umbrales… eso por donde se pasa a otro mundo .. al parecer, sin querer olvidar el anterior con intentos desesperados…
hermoso libro
que hare por la vida? quiza olvidarme de todo.
beso, te tengo en mis enlaces =)
Margot y Marga
Hola Ariadna:
He descubierto tú blog recientemente y he de decirte que me ha enganchado. Tienes una sensibilidad extraordinaria y tu manera de hilvanar las palabras para expresar tus sentimientos me produce una envidia muy sana. ¡Enhorabuena!
Yo también soy una adicta a los rostros escondidos, de echo pensaba hacer una etiqueta en mi blog con eso, ¡en serio!, pero ahora que he descubierto tu blog, mejor te los mando. En un correo te envio a todos los desconocidos que viven en el portal de mi casa.
Un saludo.
ariadna
Lunático, dicen que la principal función de la memoria es olvidar… ¡gracias por tu visita! :)
Margot y Marga, gracias por tus palabras y por tus visitas. ¡Bienvenida al clubazul! Espero tus rostros, mil besos :)
Palomares
En el Cerdo agridulce hace mucho tiempo pusimos una foto que decía más o menos lo mismo (aunque la foto era mucho menos bonita). Era más de pueblo:
http://cerdoagridulce.blogspot.com/2007/06/homenaje-garca-mrquez_25.html
Ahora recuerdo que tengo dos rostros escondidos pendientes de enviar. Le enviaré uno a al y otro a ti, para que no haya peleas.
ariadna
jiji, Palomares, esto se llama telepatía bloguera… ¡espero tus rostros! y no te preocupes, al es el rostreador supremo y padrino de casi todos los rostros escondidos, así que seguro que no se enfada :)